Hola, soy una alumna de magisterio de la universidad Escuni de Carabanchel. Os presento mi huella de aprendizaje, una actividad que estamos realizando en la asignatura de Teoría de la Educación.
He elegido esta carrera porque desde pequeña siempre me ha llamado enseñar a los demás todo aquello que yo he aprendido en clase anteriormente. Cuando era pequeña me hacía ilusión ayudar a mi hermana pequeña a hacer los deberes (hasta que llegó a bachillerato y se metió por ciencias), además la forma que tenía de ayudarle con los deberes era jugando a que era su profesora.
Por otro lado, creo que tambien ha tenido mucho que ver que mis padres fueran maestros. Siempre me ha llamado mucho la atención lo muy bien que se les dan los niños y la capacidad que tienen de entenderlos y de saber cómo manejar cada situación. Veo que hay muchos padres que no saben cómo actuar en muchas actuaciones con sus propios hijos y muchos de ellos acaban haciendo algo que no deberían, en cambio, admiro cómo han sabido actuar mis padres en cada situación no sólo con sus propias hijas si no tambien con los hijos de los demás aconsejando.
A parte de todo esto, quiero añadir que los niños me encantan pero sobre todo me gusta enseñarles y educarles, creo que educarles más que enseñarles, porque creo que el futuro depende de cómo eduquemos a los niños de ahora y pienso que hay que formarles de tal manera para que el día de mañana sea un día mejor que el de hoy y me gustaría formar parte de ese momento de aprendizaje y de educación en los futuros niños.
domingo, 29 de enero de 2017
sábado, 14 de enero de 2017
EL MAESTRO IDEAL
¿Cómo sería mi maestro ideal?
Supongo que a lo largo de los años vamos cambiando la idea de un profesor ideal. Cuando somos pequeños (primaria) pensamos en un profesor que nos deje salir al patio a jugar o un profesor que no esté continuamente dando clase sino que también nos deje pintar, dibujar, etc. Cuando llegamos a la ESO estamos deseando que entre por la puerta el típico profesor que está mas tiempo hablándonos de su vida privada que dando clase, además estamos en esa época en la que no queremos que estén encima de nosotros sino que nos dejen "a nuestro aire". Cuando se llega al Bachillerato o simplemente nos damos cuenta de la necesidad de que un profesor nos explique bien una asignatura es cuando entendemos cómo debería de ser nuestro profesor ideal.
En mi clase de magisterio estuvimos hablando entre varios grupos de compañeros cómo sería el maestro ideal de cada uno y salieron varias ideas. Entre todas ellas me llamo mucho la atención uno que decía "ordinare no, educare" y es que es verdad que en muchos casos vemos profesores que hacen las clases como si fueran dictaduras. Un profesor no es sólo alguien que entra en un aula imparte una lección y se marcha. Actualmente hay mucho niños que pasan mas horas con su profesor que con uno de sus padres. Es por esto por lo que el profesor debe tener una relación cercana hacia el alumno, que éste se sienta cómodo donde está para poder prestar más atención en la clase.
En mi grupo tambien hicimos un dibujo de nuestro maestro ideal:
Todos nos pusimos de acuerdo en que ese profesor ideal debe ser alguien que te imparta las clases preocupándose de que el alumno se entere de lo que se está dando. Un profesor que sea capaz de centrarse en todos y cada uno de sus alumnos de manera individual. Un profesor que entienda la situación de sus alumnos y no les tormente con muchos deberes y que además los pocos que tengan los puedan terminar en clase. Ese profesor debería tambien de mantenerse firme en ciertas situaciones para evitar que los niños se alteren, alguien capaz de imponerse frente a una clase.
Nosotros (y personalemente yo) nos estamos fromando para conseguir ser ese profesor ideal con el que llevamos soñando tanto tiempo.
Supongo que a lo largo de los años vamos cambiando la idea de un profesor ideal. Cuando somos pequeños (primaria) pensamos en un profesor que nos deje salir al patio a jugar o un profesor que no esté continuamente dando clase sino que también nos deje pintar, dibujar, etc. Cuando llegamos a la ESO estamos deseando que entre por la puerta el típico profesor que está mas tiempo hablándonos de su vida privada que dando clase, además estamos en esa época en la que no queremos que estén encima de nosotros sino que nos dejen "a nuestro aire". Cuando se llega al Bachillerato o simplemente nos damos cuenta de la necesidad de que un profesor nos explique bien una asignatura es cuando entendemos cómo debería de ser nuestro profesor ideal.

En mi clase de magisterio estuvimos hablando entre varios grupos de compañeros cómo sería el maestro ideal de cada uno y salieron varias ideas. Entre todas ellas me llamo mucho la atención uno que decía "ordinare no, educare" y es que es verdad que en muchos casos vemos profesores que hacen las clases como si fueran dictaduras. Un profesor no es sólo alguien que entra en un aula imparte una lección y se marcha. Actualmente hay mucho niños que pasan mas horas con su profesor que con uno de sus padres. Es por esto por lo que el profesor debe tener una relación cercana hacia el alumno, que éste se sienta cómodo donde está para poder prestar más atención en la clase.
En mi grupo tambien hicimos un dibujo de nuestro maestro ideal:
Todos nos pusimos de acuerdo en que ese profesor ideal debe ser alguien que te imparta las clases preocupándose de que el alumno se entere de lo que se está dando. Un profesor que sea capaz de centrarse en todos y cada uno de sus alumnos de manera individual. Un profesor que entienda la situación de sus alumnos y no les tormente con muchos deberes y que además los pocos que tengan los puedan terminar en clase. Ese profesor debería tambien de mantenerse firme en ciertas situaciones para evitar que los niños se alteren, alguien capaz de imponerse frente a una clase.
Nosotros (y personalemente yo) nos estamos fromando para conseguir ser ese profesor ideal con el que llevamos soñando tanto tiempo.
domingo, 8 de enero de 2017
EL SEXISMO EN LOS JUGUETES
Hoy me gustaría hacer un breve resumen sobre un tema que se ha tratado mucho estas navidades y cuya preocupación cada vez es mayor. Es el tema del sexismo en los juguetes.
Como todos los años a finales de octubre, principio de noviembre, empiezan las famosas campañas de juguetes de las grandes tiendas donde exponen la zona rosa para las niñas y la zona azul para los niños.

Todavía, en pleno siglo XXI, se siguen fabricando juguetes destinados únicamente a niños o a niñas. Un ejemplo clarísimo serían los anuncios que promueven las grandes empresas a la hora de exponer un producto como la famosa Barbie. Este producto en concreto está destinado solo para niñas, según su publicidad por supuesto. De esta manera cualquier niña con el interés en comprarse una muñeca Barbie no tendrá nunca ningún problema sexita para que le regalen una, mientras que, por otro lado, un niño con interés en esta muñeca pensará que es un producto femenino y seguramente nunca lo pida.

Hoy por hoy se está llevando a cabo una campaña en contra del seximo en los juguetes y en muchos casos se echa la culpa a la sociedad y sobre todo a los padres de que los niños prefieran jugar a los coches y las niñas a las cocinas, pero ¿cuál es la verdadera razón de sus preferencias?
Hay un estudio científico que se llevo a cabo con chimpancés y demuestra que los niños prefieren juguetes con mucha movilidad mientras que las niñas elegirán antes uno estático. Este estudio demostró que ni la sociedad ni los propios padres tienen por qué intervenir en la elección del tipo de juguete que quieren los niños.
Aún así es cierto que los niños de hoy en día siguen "riéndose" de sus compañeros cuando uno de ellos prefiere jugar con un juguete "más femenino".
En conclusión, deberíamos de dejar a los niños su propia elección y enseñarle todas las posibilidades de juego que tiene para que él pueda ser feliz jugando con lo que quiere.
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